Este estudio, encargado por el Ayuntamiento de Barcelona, determinó los criterios de diseño para el buen funcionamiento y el acceso a los contenedores de residuos por parte de todos los ciudadanos.
Posteriormente a la definición de estos criterios técnicos, estos se recogieron en los documentos (pliegos técnicos y administrativos) para la realización de un concurso público para el diseño de estos contenedores.